La reactivación económica, el trabajo a distancia y el día a día han creado un efecto de bola de nieve en mi carga de trabajo los últimos meses. Entre pequeños pendientes, juntas y temas que van saliendo en ocasiones llega la noche y me pregunto ¿en qué se me fue el día? Ciertamente, no es que crea que no estoy haciendo nada, mi trabajo suma a la empresa y se nota, pero entonces ¿por qué siento que no estoy terminando o avanzando satisfactoriamente con mi trabajo o pendientes?
Me puse a investigar y es algo que le pasa a más gente de la que pensamos, la buena noticia, ¡no estamos solos!, y, por lo tanto, hay un montón de gente que ha escrito sobre el tema. Me di a la tarea de recopilar los consejos que desde mi perspectiva son los más importantes, unos tomados de libros y blogs que hablan sobre el tema y algunos más basados en experiencias propias.
1. Libera tu mente: Cuántas veces estamos trabajando en un proyecto y hay un tema en el que estamos pensando paralelamente y no nos deja concentrarnos, puede ser desde un correo, ordenar el cajón o hacer otra tarea importante. Dejar un pendiente sin resolver nos distrae e impide que avancemos a la velocidad que deberíamos y en muchas ocasiones es mejor darnos un par de horas para resolverlo y retomar la tarea principal, esto nos ayudará a centrarnos al cien en nuestro proyecto y ser más efectivos.
2. La regla de los dos minutos: Muy seguido se acerca a mi gente pidiéndome favores, revisiones, archivos o algún tema “rápido”, lo lógico es que como no es urgente o importante lo dejes al final y si no es relevante se te olvide o lo pospongas. La regla de los dos minutos sugiere que si es algo que te toma menos de dos minutos lo hagas en ese momento, esto ayuda en algo similar al punto anterior, ayudas a las personas en el momento y al final del día te sorprenderá el ver la cantidad de temas que resolviste sin desviarte de tu objetivo.
3. Decir NO: Quienes trabajan conmigo saben que peco de Workaholic, me gusta lo que hago y disfruto apoyar a mi equipo, pero he notado que en ocasiones tomo más carga de trabajo de la que debería. Decir no a algunas cosas, levantar la mano y pedir ayuda o ser sincero y evaluar nuestros límites es una práctica sana que nos ayudará a focalizar nuestros esfuerzos en aquello que hacemos mejor y suma más a la empresa.
4. Descansa: Puede parecer obvio, pero muchas veces nos metemos tanto en un proyecto que se pasa el tiempo volando, hacer una pausa y descansar en lugar de seguir hasta el cansancio nos permite contraatacar a la ceguera de taller y encontrar nuevos enfoques y soluciones. A veces tomarte un descanso, dormir y retomar al día siguiente o distraerte en redes 5 minutos te permiten abordar una perspectiva diferente.
Estos son algunos puntos que me han servido en mi día a día, ¿conoces más o te funciona algo distinto?, ¡cuéntamelo!
Escrito por Sam Perdomo - Project Manager en Birth Group.
Comentarios, dudas y reclamaciones: equipoeditorial@birth.com.mx
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